Un helado tradicional, al igual que una obra de arte, nos sumerge en un viaje emocionante por los sentidos. Incluso el espectador menos entendido puede quedar cautivado por la atmósfera de una obra de arte, al igual que lo hace disfrutando de la cremosidad de un buen helado al estilo italiano.
Hay un dicho que dice «comes más con los ojos que con la boca», y efectivamente cuando descubrimos la gran variedad de los Helados Alemany, la vista se nos va y ya no sabemos cuál escoger!!
Son tantos los sabores que cuesta decidirse por qué gusto empezar; el helado de avellana, el de galletas con chocolate negro, de café, cheesecake, ciocconut, crema catalana, dulce latte, yogur natural y con frutas variadas, de limetta, limón, fresa, mandarina, mango, menta & choco, merengatta, nata, pistacchio, pitufo, plátano, irish coffe, de requesón con higos, ron con pasas, stracciatella, tiramisú, turrón de Jijona, vainilla con bourbon, choco & crujiente avellana, y de chocolate, chocolate blanco y de chocolate negro…
Igual que un cuadro o una escultura nos lleva a descubrir la esencia, a emocionarnos, a detectar la autenticidad del autor, un helado Alemany espatulado y decorado a mano, elaborado siguiendo el método de la genuina receta italiana, de sabor intenso y delicado, es también un placer por los sentidos.
¿Es entonces es cuando nos preguntamos, ¿estoy delante de un simple helado o de una obra de arte efímera?
Y tú, ¿qué opinas?